Todos
los colores tienen efectos psicológicos tanto en nosotros como en las personas
que nos rodean y éstos pueden ser tanto positivos como negativos. Por ello es
necesario saber qué color debemos utilizar para variar nuestro estado de ánimo sin
que tenga el efecto contrario al llevar el color equivocado. Debemos usar los
colores en función a lo que queramos expresar y comunicar a los demás
dependiendo del momento y la ocasión.
Todos los colores
emiten vibraciones de distintas intensidades según su tonalidad pero cada uno
de nosotros las percibimos de una manera diferente dependiendo de nuestro
estado de ánimo. Por ejemplo, si estamos agitados, el rojo intenso nos hará
exaltarnos más, mientras que el azul o el verde nos calmaran.
Para poder
diferenciar que colores son los apropiados para nuestro estado de ánimo,
primero hay que saber los diferentes significados que esconden los colores:
El Rojo: Es el rey de todos los colores y
simboliza fuego y sangre. Es un color que da vitalidad y acción, provoca la
pasión, el erotismo y el amor. Históricamente, los colores brillantes eran
privilegio de las clases superiores y los apagados correspondían a los pobres,
así que el rojo fue el color de la nobleza y de los ricos, por su carácter de
color luminoso. Este color era el color más caro en las tintorerías, la
fabricación de los tintes era difícil, el teñido costoso y los materiales
debían ser importados. Quien vistiera de rojo sin pertenecer a la clase alta,
era ejecutado. Hoy en día aun sigue quedando algo del rojo de los nobles cuando
una alfombra roja se desenrolla a la entrada de la opera, de un teatro o un
hotel, dando paso a “los reyes”.
El Amarillo: Es el color de la luz del sol y del
oro y simboliza calor, alegría y atracción. Posee una condición risueña y
optimista y artistas como Van Gogh tenía una especial predilección por este
color. Para los griegos este color era el color de los dioses y los gobernantes
y tanto mujeres como hombres se teñían los cabellos de este color, llamandolos
de cabellos dorados o rubios. Es el color del verano, del florecer y de las
flores, de ahí que muchos cosméticos y perfumes vengan en frascos dorados.
El Naranja: Es la combinación del Rojo y el
Amarillo y como tal, tiene un papel secundario en nuestro pensamiento. El
naranja significa entusiasmo y exaltación y cuando es muy encendido, denota ardor
y pasión. Usado en pequeñas cantidades es un color muy útil ya que acentúa
partes específicas, pero en grandes áreas es un color demasiado atrevido y
puede crear una impresión agresiva. Quien viste de naranja quiere llamar la
atención. Este color está muy presente en la moda veraniega, especialmente en
pieles oscuras y bronceadas.
Azul: Se asocia con el cielo, el mar y el
aire y es el color frío por excelencia incluso más frío que el blanco.
Representa la frescura, la profundidad y la tranquilidad. Históricamente, en la
Edad Media, cualquier persona podía vestir de azul aunque el celeste claro
estaba reservado para la nobleza. En 1850, con la invención de
los Blue Jeans de Levi Strauss, el azul índigo se convirtió en una moda
mundial, lo que hizo que se masificaran muy rápidamente, perdiendo su carácter
de exclusividad.
Verde: Es la mezcla del Azul y el Amarillo y
por tanto es el color más tranquilo que existe. Más que un color, es la
quintaesencia de la naturaleza. Es una ideología, un estilo de vida, un rechazo
a la sociedad dominada por la tecnología. El verde ha pasado a ser un color
psicológico primario debido a su asociación con la naturaleza, la vida y el
desarrollo de la vegetación. Es un color calmante y pasivo, de ahí que los
cirujanos vistan con batas verdes por su efecto tranquilizante, además de que
sobre ellas la sangre parece marrón e impresiona menos.
Violeta: Es la combinación del Rojo con el
Azul y el color del poder y la violencia. Históricamente, el violeta era el
color de los poderosos y los gobernantes y solo la gente de clase social
autorizada podía vestir este color. También es el color de la penitencia y la
sobriedad, y uno de los colores de la devoción y la fe de ahí que sea el color
litúrgico de la Iglesia Católica. A su misma vez es el color de la
superstición, la magia y lo oculto por ser el último color que vemos antes de
la oscuridad total. Es el color del feminismo y la homosexualidad, de ahí que
en tiempos en que se discriminaba la homosexualidad y se castigaba la
sexualidad muchas lesbianas y gays llevaran discretamente este color para
anunciar a sus semejantes cual era su preferencia sexual.
Blanco: El blanco es, según el simbolismo, el color más perfecto.
Es el color absoluto, cuanto más puro, más bello. No hay ningún color blanco de
significado negativo. Es el color del comienzo, el nacimiento y la
resurrección. El simbolismo del blanco comienza con referencias a la luz y la
unidad, significa paz o rendición. Es el color del bien y la honradez. El
blanco también correspondió a una moda en el siglo XIX, como una manera de
renunciar a los valores externos para subrayar los valores internos de las
personas, buscando volver al aspecto natural, y llamando la atención por la
esencia de la persona y no por su forma de vestir. En esta misma época, los
arquitectos intentaron resucitar los edificios al estilo griego, donde todo era
blanco. En el ámbito de la vestimenta, es símbolo de status: la camisa blanca
recién planchada era indicio de status hasta 1990, y hasta hoy siguen siendo
las más elegantes.
Negro: El negro en sí no es un color sino que es la ausencia de todos los
colores. Pero aunque no sea un color, el negro es percibido y
como tal, está dotado de un simbolismo que no se puede comparar al de ningún
otro color. El negro simboliza el final, ya que el blanco es el principio. El
negro más profundo se encuentra en el universo y es la ausencia absoluta de luz.
El negro representa la muerte, el horror y la maldad. Es un color negativo y
simboliza la magia, el misterio y las fuerzas ocultas. En la Edad Media, había
tintoreros dedicados exclusivamente a teñir tejidos de color negro, utilizando
telas baratas dejando las más caras para colores luminosos. En 1900, el negro
se puso de moda al utilizar este color en vestidos de novias de jóvenes
pudientes, dándole a este color un símbolo de elegancia y estatus.
Gris: El gris es la mezcla del blanco con
el negro y por ello es neutro y pasivo. Es un color sin fuerza y simboliza la
indecisión y la ausencia de energía. No es cálido ni frío y al igual que el
marrón, la vestimenta gris estaba hecha en sus inicios de tela sin teñir. El
gris es un color barato y basto, y antiguamente vestían a los niños huérfanos
de este color. Hoy en día la vestimenta de los presos es gris. Es el color de la vejez que ya la edad pone a
las personas el pelo de este color.
Marrón: El marrón o castaño es el color de la
tierra y de los materiales naturales como el cuero, la madera o la lana. Más
que un color, es la mezcla de colores entre sí. El rojo con el verde da marrón;
el violeta con el amarillo da marrón; el azul con el naranja da marrón. Es el
color de lo corriente, lo simple y lo humilde. Quien viste de marrón no quiere
destacar, sino adaptarse. En la Edad Media, era el color de los campesinos
pobres, de los siervos, los criados y los mendigos. Para la realeza era un
color demasiado vulgar ya que los colores que la gente con estatus llevaba eran
más bien luminosos y brillantes. Hoy en día el marrón es un color muy aceptado
en la moda ya que combina y armoniza con todos los demás colores.
Rosa: Aunque el rosa sea la mezcla del rojo
con el blanco tiene su propio carácter. Al ser la mezcla de un color frío con
uno cálido, el rosa simboliza la inocencia, la amabilidad y la cortesía. Todos
los sentimientos asociados al color rosa son positivos. Es un color suave,
tierno y delicado y puesto junto al color blanco, el rosa se convierte en un
color completamente inocente. Representa la infancia y se dice que es un color
joven. Antiguamente el rosa se consideraba un color masculino, y lo llevaban
tanto hombres como mujeres. Los niños y niñas de entonces vestían de blanco y
no de rosa o celeste como ahora, pero en 1900 el rosa se convirtió en un color
femenino. Durante la Segunda Guerra Mundial, a los homosexuales encerrados en
los campos de concentración por su homosexualidad, los vestían con un triangulo
rosa cosido a sus ropas para ser discriminados. El rosa nos hace pensar en la
piel, lo cual lo convierte en un color erótico, especialmente si va unido al
negro o al violeta. Es el color de los dulces, lo delicioso y lo natural, de
ahí la expresión “todo es de color de rosa” y se le asocia el aroma a la flor
de su mismo nombre.
Lila: Es la combinación del violeta y el
blanco por eso no hay que confundirlo con el púrpura o el violeta que es la
combinación de rojo con azul. El lila es el color de los pecados “dulces”, de
ahí que sea el color preferido para empaquetar chocolates. Al igual que el
violeta, es el color del feminismo y la homosexualidad. También es el color de
las solteronas, por ello tiene una imagen negativa, propio de la cosmética de
la mujer madura.
Dorado: El dorado se asocia con el sol y la
divinidad. Está emparentado con el amarillo
aunque su simbología no se parezca a ningún otro color. El color dorado
significa dinero, lujo, belleza y felicidad, aunque también se asocia al
materialismo y a la arrogancia. Es el
color de la permanencia ya que el oro nunca se tira o pierde su valor, sino que
siempre se recupera. Es el color de la fama y la fidelidad, y cuando decimos
“fiel como el oro” nos referimos a que el oro puro no se combina con ningún
otro material. Es el color de la solemnidad. Antiguamente, los vestidos de este
color se reservaban para fiestas así como las joyas de oro identificaban a los
ricos, pero hoy en día los tejidos dorados ya no son nada extraordinario y son
demasiado llamativos para resultar elegante.
Plateado: De todos los colores, el color
plateado es el último en el que pensamos. Se asocia al metal noble y
espontáneamente la mayoría de las personas lo asocia con el oro. De ahí que
siempre digamos “Oro y Plata”. La plata es algo accesorio, nunca lo principal,
y cuesta cincuenta veces menos que el oro. Ya que la plata siempre se encuentra
en un segundo lugar, es difícil encontrar conceptos para los cuales el color
plata domine nuestra mente o sea el primer color nombrado. Se asocia con el
frío, ya que está cerca del blanco, del gris o del azul. El color plateado es
más elegante que el dorado y la mujer que viste de este color quiere demostrar
con el máximo lujo su alto nivel. La plata se asocia con la Luna, la noche y
las fuerzas mágicas.
ja ja ja no lo puedo creer
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