Gilbert Adrian, (1903-1959) fue uno de los diseñadores más importantes de vestuario escénico de Hollywood durante los años 30 y 40.
Su verdadero nombre fue Adrian Adolph
Greenberg. Diseñó el vestuario de
más de 250 películas entre la que se encuentran las
conocidas “Romeo y Julieta” (1936),
“Marie Antoniette” (1938), “El Mago
de Oz” (1939) y “Orgullo y
Prejuicio” (1940) por nombrar algunas.
Probablemente fue el diseñador responsable de las tendencias de moda en los Estados Unidos por aquella época, más que cualquier otro diseñador.
Desde 1941 hasta 1952, dirigió su atención a la producción en masa y la ropa a medida. Produjo prendas de alta calidad "pret-a-porter" para su propia tienda en Beberly Hills y para otras tiendas especializadas en todo Estados Unidos.
Empezó su carrera diseñando trajes
para Rodolfo Valentino, en el film “A
Sainted Devil” (1924) y un año después para “What Price Beauty?” (1925) convirtiéndose en el encargado de
vestuario escénico para los estudios cinematográficos Cecil B. DeMille. En 1928, la Metro
Goldwyn Mayer lo contrató como jefe de vestuario y durante los próximos 20 años diseñó la
vestimenta para las más famosas y conocidas
actrices del momento, como Greta Garbo,
Norma Shearer, Jeanette MacDonald, Jean Harlow, Katharine Hepburn y Joan Crawford,
con la que trabajó hasta en 28 ocasiones.
Cuando el diseñador llegó a los
estudios le dijeron: “El límite es el cielo” pero en realidad para él, el
límite fue la pantalla, porque vestir a una estrella del cine significaba
hacerlo en función de lo que podía verse a través de la cámara y no a las
exigencias de la calle. Más que vestir, Adrian tallaba. Más que seguir los
contornos de un cuerpo perfecto, construía por partes un complejo vestido a
base de cortes, pinzas y fruncidos.
Adrian se convirtió en una de las
figuras precursoras del diseño y el arte creativo llevando el lujo y el glamour
al mundo del cine. En cada diseño, mostraba lo mejor de las actrices, y creó vestidos emblemáticos que han pasado a
la historia por su diseño.
Veamos algunos ejemplos:
El vestido de organdí blanco, con volantes en los
hombros, que diseñó para la actriz Joan Crawford en el film “Letty Linton” (1932)
Los grandes almacenes norteamericanos Macy´s llegaron a
reproducir y vender más de 500.000
copias del codiciado diseño.
El vestido que Katharine Hepburn lució en “The Filadelphia History” (1940) para
su papel de Tracy, una joven adinerada, independiente y moderna.
El vestido se confeccionó en seda blanca hasta los pies
de inspiración Art Decó con detalles de lentejuelas doradas en las mangas, el
escote y la cintura.
Para el film “The
Women” (1939), Adrian diseñó los vestidos más extravagantes de su carrera
en la Metro Goldwin Mayer. El diseñador utilizo la moda para definir la
personalidad de los personajes. Joan Crawford hacía de dependienta de una
tienda y llevo modelos llamativos y vistosos ya que pretendía ser una dama,
aunque no sabía muy bien cómo hacerlo. Norma Shearer, vistió trajes elegantes
hechos a medida, y modelos de estilo country chic, mientras que Rosalind Russel
iba muy sobre cargada con diseños absurdos, haciendo hincapié en su personaje
de mujer chismosa y entrometida. Otra actriz que Adrian vistió en la película
fue Joan Fontaine, en su papel de Peggy, la inocente del grupo, luciendo moños
y lazos con un aire infantil.
A lo largo del largometraje, hay una secuencia filmada en
Technicolor donde se aprecia claramente el talento de Adrian usando el color en
sus diseños. Esta secuencia se centra en un desfile de modelos, donde el
diseñador muestra cada uno de los vestidos inspirados en los personajes de la
película.
El vestido que Jean Harlow lució en “Diner at eight” (1933) el diseñador moldeó la figura de la actriz
marcando su sello característico convirtiéndola en un icono del cine y la moda.
En esta ocasión la actriz cambió el estilo de la década
de los años 30 luciendo un vestido de seda cortado al bies donde dejó ver a una
mujer sensual. Este diseño influyó tan
dramáticamente en la época que aún hoy en día sigue siendo toda una inspiración
en la moda.
Adrian fue el encargado de diseñar el vestuario para “El mago de Oz” (1939), incluyendo los
más de 120 trajes que se crearon para los Munchkins, el vestido delantal de
Dorothy y sus zapatos rubí, así como los demás personajes que acompañan a la
actriz durante la película. Adrian fue el creador de un total de 1000 diseños.
Todo el vestuario de los Munchkins estaba hecho de
fieltro, hasta los calcetines o los zapatos. Cada pieza de vestuario tuvo que
ser confeccionada para cada uno de ellos llevando borlas de seda, cadenas de plata, grandes hebillas y una
inmensidad de aplicaciones de flores y accesorios, todo ello especialmente
diseñado para hacer que estos personajes parecieran aún más pequeños.
Las telas fueron tejidas y bordadas con hilos tan finos
que apenas se apreciaban el gran trabajo realizado a simple vista. Algunos
vestidos se volvieron muy pesados debido a la cantidad de bordados, volantes y
piedras preciosas que llevaban.
Como en un principio la película iba a ser filmada en
Technicolor, muchos de los vestidos fueron especialmente teñidos para que
hicieran juego con el azul de los ojos de la actriz Norma Shearer.
La película “The
Great Ziegfeld” (1936) contaba con un gran presupuesto por lo que el
diseñador no escatimó a la hora de diseñar los vestidos de las actrices. Se
contrataron 250 sastres y costureras para crear el vestuario de todos los
personajes de la película. Se tardó 6 meses en crearlo y se utilizó 11 metros
de plumas de avestruz blancas y 23 kilos de lentejuelas de plata.
Los diseños de Adrian se caracterizaban por las líneas
atrevidas, las mangas murciélago y de kimono, los talles finos y alargados y
los cierres en diagonal.
Sus diseños incluían una silueta triangular, creando
hombros anchos y acolchados con una estrecha y diminuta cintura, una moda que
dominó a mediados de la década de los 30 hasta la década de los 40.
Fue conocido por los estampados de animales dramáticos,
las rayas dispuestas en direcciones opuestas, los cuadros en diferentes
tamaños, a veces acolchados (patchwork). También fue conocido por sus motivos
militares, los símbolos “Wild West” y las lentejuelas
Adrian creaba diseños elegantes y modernos con telas traídas
exclusivamente de Nueva York, pero también vestidos de noche románticos al que
se le puso la marca de “Adrian Gowns”
.
En 1942, Adrian dejó la Metro Goldwing Mayer y se dedicó
a su propia línea de alta costura, a la que llamó “Adrian Original”. Abrió una
tienda en Beverly Hills y vendió muchos de sus diseños a través de Macy´s. Aun
así, siguió haciendo vestuario de cine para Hollywood. La última película para
la que trabajó fue “Lovely to look at” (1952)
Su carrera como diseñador de alta costura fue llevada a
cabo con una gran investigación por el arte, experimentando, antes que
cualquier otro diseñador, la combinación de colores en bloque.
Gilbert Adrian murió en 1959, a los 56 años de edad de un infarto al
corazón, dejando todo un legado de maravillosos y exclusivos diseños tras de
sí.
Un genio sin dudas
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