Carrie Bradshaw es la protagonista en la serie televisiva
“Sexo en Nueva York” encarnada por la actriz Sarah Jessica Parker, y que
escribe para revistas de moda. Es una chica fiestera y adicta a la ropa que se
ha convertido en todo un icono de moda desde su primera aparición en la gran
pantalla en 1998 hasta nuestros días.
Su directora de vestuario Patricia Field, explica que “el éxito del estilismo de Carrie
radica en mezclar colores, texturas, estampados y también presupuestos”. La principal característica de la directora
de vestuario es conseguir la mayor diversidad posible a la hora de combinar
prendas de alta calidad con aquellas de más baja calidad.
“Carrie Bradshow no solo tiene en su armario prendas de
grandes diseñadores como Louis Vuitton, Ralph Lauren o Christian Dior, sino que
también tiene sitio para blusas de Zara, faldas vintage encontradas en una
boutique recóndita de Brooklyn o unos vaqueros de José Castro”, comenta
Patricia Field.
“Carrie lo mismo se planta en una fiesta con un vestido
estampado de papel de periódico, que se pone un carísimo traje de alta costura
para ir a cenar a un Burger”
“Puede vestir tranquilamente con una camiseta de Zara, un bolso de Louis Vuitton
y joyas de Cartier, sin olvidar sus preciados zapatos de Manolo Blahnik, que
son siempre la guinda del pastel”
Una de las prendas más icónicas del personaje es la falda
de tul que aparece en la cabecera de la primera temporada que la directora de
vestuario encontró por 5 dólares y que H&M reprodujo y lanzó a la venta
hace varios años. Ni que decir tiene que
se agotaron en seguida.
Otra
prenda fetiche son sus zapatos, de todas las formas, alturas y colores. Sus
diseñadores favoritos son Christian Louboutin y Manolo Blahnik. Nunca sale de
casa sin uno de ellos. A este último se le dedicó un episodio entero
convirtiendo así al diseñador en todo un mito. Su pasión por los zapatos era tal,
que Mr Big le pidió matrimonio con unos “manolos” azules en vez de con el
tradicional anillo. Este modelo se agotó en las tiendas de la firma nada más
lanzarse el capítulo
Carrie también puso de moda antes que nadie la tendencia
“crop”. Ya sea con pantalón pitillo, con traje masculino o con falda, el
ombligo de la protagonista casi siempre luce al descubierto.
Los complementos son otra de las adicciones de Carrie, ya
sean flores, pañuelos, broches o collares, la protagonista siempre los incluye en
su vestuario. Aunque los bolsos son lo que más abunda en su armario.
Puso de moda el clutch “Power Silver Shade” de Swarovski,
el bolso “Baguette” de Fendi y el collar de Alex Woo que lleva el nombre de
“Carrie”.
La estilista Patricia Field ha convertido a este
personaje en todo un icono de la moda y la televisión revolucionando la forma
de vestir. Su clave siempre ha estado en ir siempre un paso por delante a lo
que se iba a llevar, arriesgando y combinando todo tipo de prendas y complementos.
La serie de televisión ha tenido tal éxito, que se
hicieron dos películas con las cuatro personajes principales como
protagonistas. Cuando se lanzó el film, la ciudad de Nueva York se convirtió en
uno de los principales reclamos turísticos contratando la ruta por sus
escenarios. Hoy en día, aún sigue habiendo fanáticos que contratan este tour.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario