Vestidos kimono, abrigos que recuerdan a los años 20 en los que Paul Poiret miraba hacia aquella parte del mundo.
La serie empieza lisa, se vuelve estampada en pañuelo, como los carre de Hermès pero en versión montesina, se desarrolla en negro y se vuelve al final muy española y torera.
Una mirada a aquel famoso desfile del diseñador valenciano que llenó la plaza de toros de Las Ventas con 15.000 personas.
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