martes, 9 de junio de 2015

Gilbert Adrian, un diseñador de Hollywood




Gilbert Adrian, (1903-1959) fue uno de los diseñadores más importantes de vestuario escénico de Hollywood durante los años 30 y 40. 

Su verdadero nombre fue Adrian Adolph Greenberg. Diseñó el vestuario  de más de 250 películas entre la que se encuentran las conocidas  “Romeo y Julieta” (1936), “Marie Antoniette” (1938), “El Mago de Oz” (1939) y “Orgullo y Prejuicio” (1940) por nombrar algunas.

Probablemente fue el diseñador responsable de las tendencias de moda en los Estados Unidos por aquella época, más que cualquier otro diseñador.

Desde 1941 hasta 1952, dirigió su atención a la producción en masa y la ropa a medida. Produjo prendas de alta calidad "pret-a-porter" para su propia tienda en Beberly Hills y para otras tiendas especializadas en todo Estados Unidos.





Empezó su carrera diseñando trajes para Rodolfo Valentino, en el film “A Sainted Devil” (1924) y un año después para “What Price Beauty?” (1925) convirtiéndose en el encargado de vestuario escénico para los estudios cinematográficos Cecil B. DeMille. En 1928, la Metro Goldwyn Mayer lo contrató como jefe de vestuario y  durante los próximos 20 años diseñó la vestimenta  para las más famosas y conocidas actrices del momento, como Greta Garbo, Norma Shearer, Jeanette MacDonald, Jean Harlow, Katharine Hepburn y Joan Crawford, con la que trabajó hasta en 28 ocasiones.

Cuando el diseñador llegó a los estudios le dijeron: “El límite es el cielo” pero en realidad para él, el límite fue la pantalla, porque vestir a una estrella del cine significaba hacerlo en función de lo que podía verse a través de la cámara y no a las exigencias de la calle. Más que vestir, Adrian tallaba. Más que seguir los contornos de un cuerpo perfecto, construía por partes un complejo vestido a base de cortes, pinzas y fruncidos.

Adrian se convirtió en una de las figuras precursoras del diseño y el arte creativo llevando el lujo y el glamour al mundo del cine. En cada diseño, mostraba lo mejor de las actrices,  y creó vestidos emblemáticos que han pasado a la historia por su diseño.



Veamos algunos ejemplos:


El vestido de organdí blanco, con volantes en los hombros, que diseñó para la actriz Joan Crawford en el film “Letty Linton” (1932)

Los grandes almacenes norteamericanos Macy´s llegaron a reproducir y vender  más de 500.000 copias del codiciado diseño.








El vestido que Katharine Hepburn lució en “The Filadelphia History” (1940) para su papel de Tracy, una joven adinerada, independiente y moderna.

El vestido se confeccionó en seda blanca hasta los pies de inspiración Art Decó con detalles de lentejuelas doradas en las mangas, el escote y la cintura.






Para el film “The Women” (1939), Adrian diseñó los vestidos más extravagantes de su carrera en la Metro Goldwin Mayer. El diseñador utilizo la moda para definir la personalidad de los personajes. Joan Crawford hacía de dependienta de una tienda y llevo modelos llamativos y vistosos ya que pretendía ser una dama, aunque no sabía muy bien cómo hacerlo. Norma Shearer, vistió trajes elegantes hechos a medida, y modelos de estilo country chic, mientras que Rosalind Russel iba muy sobre cargada con diseños absurdos, haciendo hincapié en su personaje de mujer chismosa y entrometida. Otra actriz que Adrian vistió en la película fue Joan Fontaine, en su papel de Peggy, la inocente del grupo, luciendo moños y lazos con un aire infantil. 







A lo largo del largometraje, hay una secuencia filmada en Technicolor donde se aprecia claramente el talento de Adrian usando el color en sus diseños. Esta secuencia se centra en un desfile de modelos, donde el diseñador muestra cada uno de los vestidos inspirados en los personajes de la película. 














El vestido que Jean Harlow lució en “Diner at eight” (1933) el diseñador moldeó la figura de la actriz marcando su sello característico convirtiéndola en un icono del cine y la moda.

En esta ocasión la actriz cambió el estilo de la década de los años 30 luciendo un vestido de seda cortado al bies donde dejó ver a una mujer sensual. Este diseño influyó  tan dramáticamente en la época que aún hoy en día sigue siendo toda una inspiración en la moda.


Adrian fue el encargado de diseñar el vestuario para “El mago de Oz” (1939), incluyendo los más de 120 trajes que se crearon para los Munchkins, el vestido delantal de Dorothy y sus zapatos rubí, así como los demás personajes que acompañan a la actriz durante la película. Adrian fue el creador de un total de 1000 diseños.










Todo el vestuario de los Munchkins estaba hecho de fieltro, hasta los calcetines o los zapatos. Cada pieza de vestuario tuvo que ser confeccionada para cada uno de ellos llevando borlas de seda,  cadenas de plata, grandes hebillas y una inmensidad de aplicaciones de flores y accesorios, todo ello especialmente diseñado para hacer que estos personajes parecieran aún más pequeños. 








Para el film “Marie Antoinette” (1938), Adrian quiso reflejar la realidad del siglo XVIII y realizo todo tipo de investigaciones sobre el vestuario de la época. Viajó a Francia y Austria y estudió las pinturas de Maria Antonieta usando un microscopio para que los bordados y las telas fueran idénticos.

Las telas fueron tejidas y bordadas con hilos tan finos que apenas se apreciaban el gran trabajo realizado a simple vista. Algunos vestidos se volvieron muy pesados debido a la cantidad de bordados, volantes y piedras preciosas que llevaban.




Como en un principio la película iba a ser filmada en Technicolor, muchos de los vestidos fueron especialmente teñidos para que hicieran juego con el azul de los ojos de la actriz Norma Shearer.




La película “The Great Ziegfeld” (1936) contaba con un gran presupuesto por lo que el diseñador no escatimó a la hora de diseñar los vestidos de las actrices. Se contrataron 250 sastres y costureras para crear el vestuario de todos los personajes de la película. Se tardó 6 meses en crearlo y se utilizó 11 metros de plumas de avestruz blancas y 23 kilos de lentejuelas de plata.







Los diseños de Adrian se caracterizaban por las líneas atrevidas, las mangas murciélago y de kimono, los talles finos y alargados y los cierres en diagonal.

Sus diseños incluían una silueta triangular, creando hombros anchos y acolchados con una estrecha y diminuta cintura, una moda que dominó a mediados de la década de los 30 hasta la década de los 40.

Fue conocido por los estampados de animales dramáticos, las rayas dispuestas en direcciones opuestas, los cuadros en diferentes tamaños, a veces acolchados (patchwork). También fue conocido por sus motivos militares, los símbolos “Wild West” y las lentejuelas

Adrian creaba diseños elegantes y modernos con telas traídas exclusivamente de Nueva York, pero también vestidos de noche románticos al que se le puso la marca de “Adrian Gowns”

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En 1942, Adrian dejó la Metro Goldwing Mayer y se dedicó a su propia línea de alta costura, a la que llamó “Adrian Original”. Abrió una tienda en Beverly Hills y vendió muchos de sus diseños a través de Macy´s. Aun así, siguió haciendo vestuario de cine para Hollywood. La última película para la que trabajó fue “Lovely to look at” (1952)

Su carrera como diseñador de alta costura fue llevada a cabo con una gran investigación por el arte, experimentando, antes que cualquier otro diseñador, la combinación de colores en bloque.


  



    



     
   

    


Gilbert Adrian murió en 1959,  a los 56 años de edad de un infarto al corazón, dejando todo un legado de maravillosos y exclusivos diseños tras de sí.


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