martes, 23 de febrero de 2016

Carrie Bradshaw, algo más que un personaje de televisión


Carrie Bradshaw es la protagonista en la serie televisiva “Sexo en Nueva York” encarnada por la actriz Sarah Jessica Parker, y que escribe para revistas de moda. Es una chica fiestera y adicta a la ropa que se ha convertido en todo un icono de moda desde su primera aparición en la gran pantalla en 1998 hasta nuestros días.

  


Su directora de vestuario Patricia Field, explica que “el éxito del estilismo de Carrie radica en mezclar colores, texturas, estampados y también presupuestos”.  La principal característica de la directora de vestuario es conseguir la mayor diversidad posible a la hora de combinar prendas de alta calidad con aquellas de más baja calidad. 

  

  

“Carrie Bradshow no solo tiene en su armario prendas de grandes diseñadores como Louis Vuitton, Ralph Lauren o Christian Dior, sino que también tiene sitio para blusas de Zara, faldas vintage encontradas en una boutique recóndita de Brooklyn o unos vaqueros de José Castro”, comenta Patricia Field. 

  

 

“Carrie lo mismo se planta en una fiesta con un vestido estampado de papel de periódico, que se pone un carísimo traje de alta costura para ir a cenar a un Burger”

“Puede vestir tranquilamente  con una camiseta de Zara, un bolso de Louis Vuitton y joyas de Cartier, sin olvidar sus preciados zapatos de Manolo Blahnik, que son siempre la guinda del pastel” 


      


Una de las prendas más icónicas del personaje es la falda de tul que aparece en la cabecera de la primera temporada que la directora de vestuario encontró por 5 dólares y que H&M reprodujo y lanzó a la venta hace varios años.  Ni que decir tiene que se agotaron en seguida.



Otra prenda fetiche son sus zapatos, de todas las formas, alturas y colores. Sus diseñadores favoritos son Christian Louboutin y Manolo Blahnik. Nunca sale de casa sin uno de ellos. A este último se le dedicó un episodio entero convirtiendo así al diseñador en todo un mito. Su pasión por los zapatos era tal, que Mr Big le pidió matrimonio con unos “manolos” azules en vez de con el tradicional anillo. Este modelo se agotó en las tiendas de la firma nada más lanzarse el capítulo









Carrie también puso de moda antes que nadie la tendencia “crop”. Ya sea con pantalón pitillo, con traje masculino o con falda, el ombligo de la protagonista casi siempre luce al descubierto.

 


  

Los complementos son otra de las adicciones de Carrie, ya sean flores, pañuelos, broches o collares, la protagonista siempre los incluye en su vestuario. Aunque los bolsos son lo que más abunda en su armario.
  


  

Puso de moda el clutch “Power Silver Shade” de Swarovski, el bolso “Baguette” de Fendi y el collar de Alex Woo que lleva el nombre de “Carrie”.

La estilista Patricia Field ha convertido a este personaje en todo un icono de la moda y la televisión revolucionando la forma de vestir. Su clave siempre ha estado en ir siempre un paso por delante a lo que se iba a llevar, arriesgando y combinando todo tipo de prendas y complementos.

La serie de televisión ha tenido tal éxito, que se hicieron dos películas con las cuatro personajes principales como protagonistas. Cuando se lanzó el film, la ciudad de Nueva York se convirtió en uno de los principales reclamos turísticos contratando la ruta por sus escenarios. Hoy en día, aún sigue habiendo fanáticos que contratan este tour.



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